martes, 23 de julio de 2013

10 Años de ley de cine. . . Calibán en el espejo

NOTA: esta es otra reconstrucción, no se que pasó pero el original no aparecia como publicado. 

Desde hace unas cuantas semanas varios medios impresos han destacado los resultados de la ley de cine que cumple 10 años. Sin embargo, creo que nuestra industria produce el mismo efecto que a Calibán mirarse al espejo: no lo soportamos.

Por un lado, están las películas que reflejan la cruda realidad colombiana y que la mayoría de los espectadores no les gusta ver o no les llama la atención porque es lo mismo de siempre: violencia, matanzas, narcotráfico, guerra civil, pobreza. Alguien alguna vez me dijo "Para esa gracia veo el noticiero". En este grupo también están las películas pretenciosas, que tienen más afán de satisfacer a los círculos intelectuales, y sin importar si lo logran, la mayoría de las personas no las ven.

Por otro lado están las taquilleras, que pueden ser las comedias de siempre: las del chiste fácil, el personaje simple en la situación medio patética y costumbrista; también aquellas cargadas de violencia morbosa, que se excusan en el conocimiento de nuestra propia historia pero que son el resultado del “boom” de las narco novelas. Al final es lo mismo de siempre, por eso cuando me invitan a verlas yo respondo "Para esa gracia veo alguna novela entre semana".

No obstante, hay algunas películas que se esfuerzan por mostrar historias diferentes, se aproximan a la realidad de forma más sensible, pero desafortunadamente no cuentan con la maquinaria publicitaria o de promoción y caen en el olvido ya que o no las notamos o pensamos que son aburridísimas.


Teniendo en cuenta que el parágrafo 3, del artículo 1° de la ley 814 de 2003 afirma que Por su carácter asociado directo al patrimonio cultural de la Nación y a la formación de identidad colectiva, la actividad cinematográfica es de interés social.(Subrayado fuera de texto)¿Qué queda entonces de la Ley de cine? Pues el reflejo de nuestra identidad colombiana: nosotros reímos para no llorar, valoramos la cultura del dinero fácil, ignorando aquello que es medianamente sencillo y/o sensible, y preferimos cerrar los ojos antes que aceptar nuestra desgarradora realidad.

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Yo solo rescato dos películas del cine colombiano: el clásico de la estrategia del caracol y, más recientemente, La cara oculta, el resto las evito!!!!

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    1. "La estrategia del caracol" es un antes y un después... Hay otras que vale la pena ver, alguna que pasaron sin pena ni gloria... Creo que nos falta más carácter como audiencia y no se trata de apoyar al cine colombiano porque si, sino exigir también calidad en lo que se está produciendo

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  2. El cine es una expresión del arte, lleva imbricado una mezcla de ingenio, intelectualidad, expresión, fotografía, actuación, ideología, visión del mundo, y mucho más, que no alcanzo a incluir, en nuestro medio hay muy pocas buenas películas, pero las hay, entonces?

    Valdría la pena preguntarse sobre la calidad del cine que vemos en nuestro país, creo que solo algunas buenas películas nos llegan, generalmente con poca asistencia, el resto para un enorme publico ávido de emociones fuertes entre terror, violencia,
    acción, pasión , sin mucho criterio.

    Ver cine es un acto cultural y responde al medio, por eso vivimos y estamos
    insatisfechos, ello significa en general que nuestra vida cultural es incipiente,

    Sin ley o con ley, el proceso cultural de nuestro país es aún muy verde

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